martes, 16 de octubre de 2007

Cosas

Me hizo mucha ilusión verte el otro día, aunque no lo demostrara, aunque no te lo dijera, quizás soy una cobarde, pero supongo que cuando uno no está seguro de los sentimientos del otro, suele pasar. Creo que no me atreví simplemente porque no hace mucho me dejaste y entonces claro, tengo la armadura puesta. Contigo tengo la armadura puesta, es eso. Contigo no puedo ser yo misma, porque igual te comería a besos y no pararía de darte abrazos, te podría dar tantas cosas, pero claro... tú me dejaste y dices que no estás preparado para una relación ahora, entonces, e ahí mi respuesta inconsciente. Me hace gracia cuando me dices que contigo no soy yo misma, que estoy cómo cortada, pérdoname pero no puedo serlo. Me lo paso bien contigo nos reímos y bueno, como el otro día, acabamos donde creo que no deberíamos haberlo hecho, pero en ese momento nos apetecía, a tí y a mí. No me arrepiento de haberte dado pié, te conozco un poquito y sé que lo estabas esperando. No quiero pensar más allá, porque total, ya no nos vemos tanto y quizás después del otro día ya no nos volvamos a ver. Igual acabaste tú peor que yo, porque no la has olvidado y igual aunque te apetezca estar conmigo, sin darte cuenta sólo soy una sustituta y luego te sientes peor... no sé, en cualquier caso no me arrepiento. Lo único malo es que llevo un par de días como con síndrome de abstinencia de tí, volví a recordar el principio de lo nuestro, pienso que no debe ser que quiera estar contigo, es que a todo el mundo cuando está sólo le gustaría estar con alguien a ratos. Porque yo sola estoy muy bien, me he acostumbrado, pero contigo es diferente, siento que de tí podría enamorarme, o quizás aún no lo sé, me podría haber enamorado...

No hay comentarios: